Autor: Anna Casasas
Más infoPara comprender por qué las teorías de la conspiración sobre los chemtrails atraen la atención, debemos explorar cómo funciona nuestra mente. Estas teorías a menudo apelan a nuestra tendencia a ver patrones que en realidad no existen, nuestra inclinación a favorecer información que confirme nuestras creencias y nuestra fascinación por las historias secretas.
Sin embargo, cuando miramos la evidencia científica, Si escuchamos a los expertos y consideramos el panorama más amplio del cambio climático, surge una historia diferente. En este artículo, exploraremos la aviación, la ciencia meteorológica, los estudios atmosféricos y sus conexiones con el cambio climático. Al hacerlo, pretendemos desacreditar las teorías de conspiración de las estelas químicas y proporcionar una comprensión más fundamentada de lo que sucede en los cielos.
Comprender el fenómeno confundido con las estelas químicas implica conocer las estelas de vapor. Tal y como explica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las estelas de condensación, o estelas de condensación, son lo visible Rayas en forma de nubes que dejan los aviones cuando vuelan a gran altura en condiciones atmosféricas específicas. En su mayoría están hechos de cristales de hielo o gotas de agua que se forman cuando los gases de escape calientes de los motores de los aviones se mezclan con aire muy frío a gran altura. Este rápido enfriamiento y condensación crean los rastros que vemos en el cielo, que pueden durar diferentes períodos de tiempo.
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